París bien necesita mucho más, eso nadie lo duda.
Pero si solo dispones de un día y quieres ver todo "eso sí, muy por encima" pues este plan no está mal. El otro plan es contratar una excursión, pero así vas a tu aire. Os tengo que decir que íbamos tres adultos y un niño de 3 años con silla.
Cogimos el cercanías desde la misma estación del parque, hicimos transbordo con el metro y llegamos a la estación del Louvre. Nuestra sorpresa fue que aparecimos dentro del museo, no fuera; así que nos hicimos unas foticos donde se juntan las dos pirámides invertidas.
¿Estará debajo la tumba de María Magdalena como dicen en El Código Da Vinci? Je, je.
En la misma plaza del museo hay una parada del bus turístico y allí lo cogimos. Hicimos una parada en la Tour Eiffel y en Notre Dame. Por supuesto ni subimos a la torre, ni entramos en la catedral.
Bajamos también en el Moulin Rouge para acercarnos a coger el funicular para subir al Sacré-Coeur, desde donde hay unas buenas vistas de la ciudad. Una vez allí fuimos a Montmartre donde recorrimos el barrio con un trenecito.
El bus recorre los sitios más interesantes de París...por lo menos para quedarte con las ganas de volver de nuevo.
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